Caldera en 1993 significó el fin del bipartidismo y Hugo Chávez Frías el 6 de diciembre de 1998 significó el fin de un período histórico. Su campaña nació en la cárcel de Yare, pero sus orígenes se remontan a 1983, cuando creó el MBR-200.
Desde muy temprano, en 1998, su candidatura se convierte en un movimiento popularmente muy poderoso que desconcierta e inmoviliza a la dirigencia de los partidos y les sustrae sus bases. A manera de maniobra preventiva, en un acto acusado de ilegalidad, los factores de poder deciden elegir primero a senadores, diputados y gobernadores de estados el 8 de noviembre.
Surgen las candidaturas de Henrique Salas Römer, apoyado por su propio Proyecto Venezuela; de la alcaldesa Irene Sáez, primero independiente y luego apoyada por Copei; de Luís Alfaro Ucero, presentado por AD y también de Claudio Fermín y Miguel Rodríguez.
Los episodios que preceden a las elecciones presidenciales de 1998, más que a la historia política, pueden inscribirse en los anales de la picaresca nacional. Esta es la trama: Copei abandona a Irene Sáez; Acción Democrática descalifica a Alfaro Ucero; Claudio Fermín se retira, maltratado por las encuestas, y Miguel Rodríguez se resigna a probar suerte. Como si todo eso fuera poco, el desconcierto frente a la fuerza de Chávez lleva a los gobernadores de AD y de Copei a apoyar a Salas Römer.
Desde muy temprano, en 1998, su candidatura se convierte en un movimiento popularmente muy poderoso que desconcierta e inmoviliza a la dirigencia de los partidos y les sustrae sus bases. A manera de maniobra preventiva, en un acto acusado de ilegalidad, los factores de poder deciden elegir primero a senadores, diputados y gobernadores de estados el 8 de noviembre.
Surgen las candidaturas de Henrique Salas Römer, apoyado por su propio Proyecto Venezuela; de la alcaldesa Irene Sáez, primero independiente y luego apoyada por Copei; de Luís Alfaro Ucero, presentado por AD y también de Claudio Fermín y Miguel Rodríguez.
Los episodios que preceden a las elecciones presidenciales de 1998, más que a la historia política, pueden inscribirse en los anales de la picaresca nacional. Esta es la trama: Copei abandona a Irene Sáez; Acción Democrática descalifica a Alfaro Ucero; Claudio Fermín se retira, maltratado por las encuestas, y Miguel Rodríguez se resigna a probar suerte. Como si todo eso fuera poco, el desconcierto frente a la fuerza de Chávez lleva a los gobernadores de AD y de Copei a apoyar a Salas Römer.
Los resultados del 6 de diciembre no dejan lugar a dudas: el candidato del Polo Patriótico (V República; el MAS, que fue partido de gobierno con Caldera, y de Patria para Todos), obtiene 3.673.261 votos, o sea, el 56% de los votos emitidos; Henrique Salas Römer, 2.611.942, o un 32,97%; Irene Sáez, 184.477 o un 2,82%; Luís Alfaro Ucero, 27.750, o un 0,42%, y Miguel Rodríguez, 19.614 votos, o un 0,30%. En el proceso electoral intervienen 451 agrupaciones políticas; entre ellas AD, MVR, Copei, Proyecto Venezuela, MAS, PPT, la Causa R, Convergencia, Apertura, Irene y Renovación que fueron las únicas en obtener votos. Las 440 restantes no logran ni siquiera el mínimo de 57.000 votos requerido por la ley y desaparecieron.
El viernes 11 de diciembre de 1998 Hugo Chávez Frías es proclamado Presidente electo.
En un largo discurso, dice al presidente Caldera “Yo soy un poco de todos ustedes e incluso, permítame, doctor Caldera, un poco también de usted, cuando el 4F usted dijo "Un pueblo no puede defender con hambre una democracia, el 4 de febrero fue un acto legítimo, sin duda alguna. Nosotros, y el presidente Caldera también, formamos parte de todo esto, porque yo estoy seguro de que cuando usted firmó el sobreseimiento a los militares del 4F y 27N, y a los civiles que también actuaron en esos hechos dolorosos, estaba consciente de lo que estaba haciendo. Sobreseimiento significa que no hubo delito y más allá de la firma presidencial del momento, aquí está, aquí estamos, casi cinco años después, hay una situación de legitimación absoluta de una rebelión”.
Juró con estas palabras: “Juro delante de Dios, juro delante de la patria, juro delante de mi pueblo y ante esta moribunda Constitución, cumplir las transformaciones democráticas necesarias para que la República tenga una nueva Constitución adecuada a los nuevos tiempos”.
El viernes 11 de diciembre de 1998 Hugo Chávez Frías es proclamado Presidente electo.
En un largo discurso, dice al presidente Caldera “Yo soy un poco de todos ustedes e incluso, permítame, doctor Caldera, un poco también de usted, cuando el 4F usted dijo "Un pueblo no puede defender con hambre una democracia, el 4 de febrero fue un acto legítimo, sin duda alguna. Nosotros, y el presidente Caldera también, formamos parte de todo esto, porque yo estoy seguro de que cuando usted firmó el sobreseimiento a los militares del 4F y 27N, y a los civiles que también actuaron en esos hechos dolorosos, estaba consciente de lo que estaba haciendo. Sobreseimiento significa que no hubo delito y más allá de la firma presidencial del momento, aquí está, aquí estamos, casi cinco años después, hay una situación de legitimación absoluta de una rebelión”.
Juró con estas palabras: “Juro delante de Dios, juro delante de la patria, juro delante de mi pueblo y ante esta moribunda Constitución, cumplir las transformaciones democráticas necesarias para que la República tenga una nueva Constitución adecuada a los nuevos tiempos”.