En la madrugada del 15 de agosto de 1994, guardias de laSeguridad General Sudanesa (la mitad de ellos en lágrimas) me llevaron maniatado hasta la escalerilla de un avión jet ejecutivo de la CIA, en el aeropuerto de Jartum. Soy la primera persona conocida como víctima de "rendition", lo admitió incluso Condoleezza Rice al criticar públicamente las denuncias hipócritas de las autoridades francesas.
de atentado, y los yanquis cerraron temporalmente su Embajada; desde Chipre, Coffer Black dirigió la operación en mi contra, comprando las autoridades sudanesas con dinero saudí, para que me entregasen a la CIA. Llegué a la base aérea de Villacoublay (cerca de París) esposado por la espalda, dentro de un estrecho saco de yute sintético, apretado con 3 correas de cuero, mi cabeza recubierta completamente con dos bolsas de lana. Así me mantuvieron de pie en la pista de aterrizaje frente a otro Comisario de la DST, quien me leyó una orden de detención nacional firmada en junio de 1994 por el juez Bruguière. Este mediocre magistrado, odiado por sus colegas, es hijo y nieto de jueces colaboradores con los nazis durante la ocupación alemana; es conocido por su adicción a la cocaína y por sus perversiones homosexuales; hasta su hijo mayor de 18 años fue arrestado recientemente por "circular" en un parque de París entre los transexuales "brasileños" que se dedican a la prostitución; su esposa es una discreta abogada de negocios en un bufete multi-nacional yanqui; es propietario de una avioneta y llama COLEGAS a los policías del FBI.
por mi calma y bonhomía, y galantería con la bella secretaria. Bruguiére me dice, forzándose en sonreír, que "hable". Sigo diciendo banalidades, como si no hubiese comprendido.Ya en la mañana, "mi" abogado argelino (sapo de la policía) me había ofrecido whisky para beber a escondidas mientras hablábamos (a las 8 A.M), lo cual naturalmente rechacé. Al retirarme con los gendarmes me grita el juez "¿y las drogas?", le respondí ipso-facto que comercio de armas sí, de drogas nunca, por principios. Me mira alocado, con la boca abierta, y "mis" 2 abogados palidecen. Vergès quien me conoce desde hace años se limitó a no insistir en preguntarme si quería beber algo, pero Oussedik me ofreció COCAÍNA. Luego supe que los sudaneses, para hacer subir mi precio, informaron a la CIA que yo era alcohólico y drogadicto...
do con coraje y lealtad durante casi 10 años, sin haber percibido honorarios, mi familia financieramente exhausta, nos envía irregularmente sumas simbólicas que no cubren ni siquiera los gastos de su otrora próspero bufete especializado en derecho comercial internacional, con sucursales en Abidjan (todavía) y en Los Ángeles. En vez de espantarla, las innobles presiones de todo tipo tuvieron el efecto contrario sobre esta hija de la burguesía parisina, una de las más brillantes abogados de su promoción. Desde agosto de 2001, Isabelle es también mi esposa.
Luego viene otro Embajador, poseedor durante la 4ª República (que lo prohibía) de la nacionalidad francesa... tras 8 años de aislamiento ininterrumpido me alejan a 300 Kms. de París en detención "normal", donde me preparan 6 "atentados" para forzarme a pedir voluntariamente mi ingreso al pabellón de aislamiento. Rehúso categóricamente, y tras 16 ½ meses durante los cuales el stress me provocó la diabetes tipo 2, el Ministro de Justicia francés ordena públicamente que me internen en aislamiento en la cárcel central de la Administración Penitenciaria, en Fresnes, menos alejada de París, bajo la falsa acusación de "apología del terrorismo". Hostigado vilmente desde que llegué, pasé 8 veces en 10 meses por el pabellón de castigo, donde incluso fue robado mi maletín de cuero - en el cual conservaba los papeles de mis abogados - por guardias a quienes había denunciado por haber violado a otros presos con palos de escoba. Luego me envían al QI/D5 de Fleury-Mérogis, aún más lejos de París, con el bárbaro sistema de aislamiento importado de los Estados Unidos, donde se practica el hostigamiento HOMOSEXUAL cotidiano. Hasta el siguiente Embajador, el ex-Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Roy Chaderton Matos, fue irrespetado al venir a verme en cinco ocasiones, sin que pudiese entrevistarse conmigo. Este eminente diplomático de carrera me planteó la repatriación, como ya lo había hecho con Alí Lameda en Corea del Norte, y por vez primera empezó la Embajada a tratar de asistirme en mi defensa. Lamentablemente fue pasado a retiro, siendo reemplazado por su predecesor, ciudadano francés de regreso a su "segunda" patria. De nuevo soy alejado de París, a Clairvaux, aislado geográficamente en los bosques de Champaña (a 260 Kms. de París) en "detención normal" en esta cárcel disciplinaria, sin acceso por transporte público. Unánimes conmigo mis abogados boycotean esta cárcel donde los derechos de la defensa son inexistentes. Ante la inminente decisión de la Corte Europea de los Derechos Humanos, prohibiendo mi aislamiento carcelario, me repiten el jueguito de las presiones para que pida regresar al aislamiento voluntariamente. Mientras tanto no he podido consultar, desde el 5 de enero 2006, ninguna página de las decenas de miles de las instrucciones, 4 (ó 5, no lo sabemos, aunque cueste creerlo) del juez Brugière, y de los casi 20 otros pleitos que tengo en París.
A cada audiencia en París me llevan en una caja metálica de menos de 1 metro cuadrado de base y de 1,5 metros de altura, "sentado" sobre un reborde metálico trasero dentro de la misma, 6 horas ida y vuelta en condiciones inhumanas denunciadas por el "Comité Europeo contra la Tortura y los Tratamientos Inhumanos", dependiente de la Comisión Europea y de su Parlamento. Tampoco me han permitido, como era usual, reunirme con mis abogados en el Palacio de Justicia, antes y después de las audiencias. Sólo me queda el correo (irregular) y el teléfono (todo es oficialmente grabado) autorizado en estas cárceles especiales, donde agonizan miles de condenados a largas penas, en condiciones terribles de violencia y depravación. Decenas de "narcomulas" venezolanos han sido enviados en poco tiempo a Francia para ser encarcelados y mantener ocupados al Consulado. La última visita de la Embajada (que duró apenas 40 minutos) fue el 13 de noviembre de 2006.En 1999 un reporte de la Consultoría Jurídica de la Casa Amarilla estableció categóricamente que mi presencia en Francia era ilegal, consecuencia de un secuestro. El entonces Ministro de Relaciones Exteriores ordenó que ese reporte se mantuviese SECRETO. Contrariamente a la mayoría, sino todos los presos, mis condiciones de detención se deterioran año a año, frustrado el enemigo de toda información de mi parte para el yanqui y el sionista. ¡Camaradas Hugo Chávez, Jorge Rodríguez, Nicolás Maduro: Carlos
Clairvaux, 21/02/2007