3 feb. 2007

NOSOTROS LOS SALVAJES IZQUIERDISTAS

Extraña que nadie -salvo los periódicos de la oposición- hiciera algún comentario sobre una noticia difundida desde el Vaticano, donde el Papa Benedicto XVI, pide que se realice una nueva evangelización en Latinoamérica y además con carácter de urgente.Desde los momentos iniciales de la conquista, la difusión de la doctrina católica y el afán evangelizador constituyeron uno de los fines esenciales de la colonización.La "Bula Intercaetera" dada por el Papa Alejandro VI en el año 1493, concedió a los monarcas de Castilla "todas las islas y tierras firmes que descubriesen al occidente" con la obligación de que "al conquistarlas enviasen allí predicadores a convertir a los indios idólatras".Dicho por nosotros sería: liquidar por todos los medios, las creencias religiosas aborígenes consideradas paganas y a menudo diabólicas.
Por eso, el actual Papa, debe pensar que como América Latina está dando un viraje considerable hacia la izquierda, y en sus conservadoras deducciones, para ellos, la izquierda es comunismo, los comunistas ateos y quienes no creen en Dios, creen en el diablo... entonces es urgente evangelizar nuevamente a estos indios del siglo XXI...
El Papa, hizo también un llamado a “reconocer y defender siempre la dignidad de cada ser humano como criterio fundamental de los proyectos sociales, culturales y económicos, que ayuden a construir la historia según el designio de Dios”.En eso si, estamos de acuerdo, sobre todo porque sabemos que la historia de nuestro país y de la Patria Grande en general, se está edificando bajo los designios de una fuerza todo poderosa, -a la que cada quien la llamará como mejor la interprete- que nos restituye lo que nos habían quitado.Cuando llegaron los conquistadores, creyendo que nos descubrían, desde los mayas hasta los patagones, pasando por los caribes y los quechuas, vivíamos en una sociedad sin egoísmos. Vivíamos en socialismo.
Esta nueva era del camino socialista, estalla ante la escandalizada crítica que nos repudia sin analizar, sin tratar de entendernos.La revolución hacia el socialismo, es audaz, enérgica, viene pletórica de vida e inteligencia, viene llena de amor y generosidad a cumplir su destino luminoso.Trae cambios radicales, porque una revolución, es un paso de avance en la superación de la humanidad.Siempre y en todas las edades, las generaciones conservadoras se enfrentaron a los nuevos prototipos, a la transformación de la historia.El viejo esquema, busca acumular, enriquecerse, poseer.Busca retribuciones monetarias.El viejo modelo es competitivo, individualista, destructivo, machista.Busca la ostentación.Vive de las apariencias.Compra lo más costoso.Compara a la gente por lo externo, por el vestido y la moda.
El socialismo, es cooperación, construcción, igualdad de sexos, de derechos.Es camaradería.El socialismo busca la belleza en la naturaleza y en el interior de los seres humanos.Busca romper con los viejos moldes y ver más allá de los sentidos físicos.El socialismo busca la verdad.Evade la vanidad.En el socialismo se espera que gane el equipo, ya sean sus compatriotas del mismo país o de aquellos países hermanos.
En lo religioso pasa lo mismo. Las corrientes de derecha que nos critican aún están sumergidas en la ostentación, la pompa, el rito, el disfraz de cordero para aparentar ser un personaje respetable ante la sociedad. Pero siguen siendo fariseos.Siguen teniendo los ojos cerrados y claman a un dios antropomorfo, porque necesitan de una imagen material para sentirse representados ante sus sentidos materiales.La cúpula de la iglesia venezolana siempre ha sido así. Qué más pruebas que los monseñores Lückert, Lara, Porras... viendo comunistas en todas partes. (Y si somos comunistas ¿qué? Nos interesa la comunidad...)
Por eso nos resulta tan difícil entender, que si el socialismo, cuya base es el humanismo, quienes predican de la boca para afuera un amor que no practican, una hermandad que no es real, no terminen de comprender que estamos luchando por algo tan grande como son los hombres y mujeres nuevos.