El 14 de febrero de 1914, una gran manifestación estremece a la capital. El pueblo protesta contra la suspensión de las garantías constitucionales decretada el 5 de enero y un decreto de censura y control de la prensa y la radio emitido por el gobernador del Distrito Federal Félix Galavís el 12 de febrero. A esto se unen los balazos contra una manifestación pacífica en la plaza Bolívar en la mañana del mismo día, a consecuencia de la cual mueren 6 personas y unas 150 resultan heridas. Se juzga a estas medidas como un intento de volver al pasado represivo y se las rechaza en repudio a los remanentes del gomecismo presentes en el gobierno. Es la primera jornada de masas del siglo XX en Venezuela: 40.000 personas en la calle, encabezadas por el rector de la Universidad Central de Venezuela, doctor Francisco Antonio Rísquez en una ciudad de apenas poco más de 200.000 habitantes. El presidente maniobra con habilidad: destituye al gobernador y a un apreciable número de funcionarios que propiciaron la represión y ordena que sea sometido a juicio, se compromete a restituir las garantías en 15 días y presenta un plan para realizar algunos proyectos de su gobierno.