2 ene. 2007

Los Yanquis hacen comiquitas ..¿o ponen la cómica?

El imperio de los Estados Unidos de Norteamérica, se encargó de crear a sus superhéroes, no solamente porque ellos carecen de verdaderos héroes de carne y hueso, sino porque también de esta manera contribuyeron a establecer en la mentalidad de la sociedad, una imagen del pueblo norteamericano, bien como poderoso enemigo al que hay que temer o frente al que hay que resistir, o bien como parte de una identidad propia, en la que nos guste o no, comparten espacio simbólico con la Coca Cola y las calabazas de Halloween. La historieta, como cualquier medio de comunicación, es sensible de ser utilizado por cualquier particular o institución como vehículo de alguna ideología.
Lo cierto es que desde sus orígenes, las comiquitas, han sido muchas veces calificadas como malas influencias, o culpadas de ser las causantes de algunas conductas sociales.
Uno de los primeros análisis serios de estos medios fue el célebre libro "Para leer al pato Donald" escrito por el investigador Armand Mattelart, quien desarrollando un sistemático desmontaje de los personajes de esta producción concluye que, el Tío
Rico, representa un modelo de vida capitalista radical y el pato Donald un modelo de solterón empedernido, con incapacidad de definir relaciones humanas maduras y con una sempiterna aversión al matrimonio y a los niños, simbolizados en los tres indisciplinados sobrinos, Hugo, Paco y Luis... además de ser anticomunista.
Este primer estudio desencadenó otros, ligados esta vez a los súper héroes norteamericanos, que presentan a una Norteamérica como única potencia mundial y a los malos como todos los opositores políticos de este país.
El perfil de los héroes norteamericanos, también tienen características comunes: no son casados, no trabajan, viven una doble vida, todos tienen un origen generado de un accidente en su pasado y luchan constantemente contra todos los "malos" que tampoco son casados y no trabajan.
En la fotografía que ilustra este artículo, aparece junto al hombre araña y al Capitán América, un patito Donald.... perdón un patético Donald, pero Rumsfeld, quien posó entusiasmado al lado de estos súper héroes porque la editora de historietas entregó 150 mil ejemplares de la revista "Nuevos Vengadores" en Irak, para ser distribuidas entre los soldados, tratando de mejorar el ánimo de las tropas.
Posiblemente -como explica Indymedia en la Web- "los soldados soñarán con algo que los saque de allí o que los haga creer que es posible vencer a un enemigo invisible que puede estar escondido en la próxima esquina. Los "Superpoderes" serían muy bien recibidos. Permitirían subir por las paredes y huir de una emboscada, como el Hombre-Araña, defenderse de los tiros con un escudo indestructible como el de Capitán América y mezclarse sin miedo en las llamas de un carro bomba...
El Departamento de Defensa escogió a sus héroes para soldados que asesinan iraquíes como si estuvieran jugando Playstation.
El uso de las historietas en las guerras, así como el surgimiento de decenas de títulos de juegos donde los enemigos son árabes, latinos o negros, muestra que el imperialismo para subyugar a los pueblos, sabe que necesita del control de miles de mentes en todos los rincones del mundo".