10 nov. 2006

SALVEMOS AL OSO FRONTINO

La distribución del oso frontino es localizada y discontinua a lo largo de las zonas boscosas montañosas del occidente del país, concretamente en la Cordillera de Los Andes, la que posee dos ramales divergentes y aislados, que se ramifican desde la Cordillera Oriental de Colombia. El primer ramal en sentido Norte, es la Sierra de Perijá, con aproximadamente 8.000 Km2 de vertientes boscosas, probablemente el refugio poblacional más importante para la especie en el país. El segundo ramal, en sentido Noreste, es la Cordillera de Mérida. La principal causa de la posible disminución poblacional de osos en Venezuela radica en la cacería furtiva. Se ha estimado un promedio de 2,47 osos cazados por año en los últimos 80 años, solamente en el tramo Central de la cordillera, donde probablemente no existan más de unos pocos centenares de individuos. Las razones para su caza son esencialmente culturales y económicas. Dentro del primer grupo se considera primordialmente la valoración de la "hombría" asociada al cazador que da muerte a un oso, muy ligado al miedo que inspira el animal por su tamaño y aspecto. Igualmente, dentro de estos aspectos culturales, se aprecia la cacería para el aprovechamiento de ciertas partes del animal, tales como grasa, huesos y sangre, con fines mágico-curativos. Los cueros y garras, son generalmente conservados como trofeos de valor secundario y como prueba de la cacería. La razón económica de la caza específicamente se refiere a la eliminación de osos acusados de ser depredadores de ganado vacuno y ovino, los cuales eventualmente pueden causar pérdidas a pequeños productores del páramo.