26 sept. 2008

PAÚL DEL RÍO

“...Tenemos nuestras montañas para enfrentarlos y si es necesario pelearíamos otra vez con piedras y con palos”.


Texto y fotos: Martha González

ICR-¿Quién surgió primero el artista o el revolucionario?
Paul del Río- Indudablemente el revolucionario. Yo siempre tuve habilidad para el dibujo y en la clandestinidad hacia caricaturas políticas para las publicaciones subversivas. Estando preso en la Modelo me propusieron una exposición en la Galería Viva México. Hice unos 30 dibujos y fue un éxito de crítica y de ventas. A los pocos meses hice una segunda exposición que también fue exitosa y luego ya me quede enganchado. Estando preso aquí en el Cuartel San Carlos hice una ultima y al salir a la calle ya me dedique profesionalmente primero en el dibujo en tinta china y luego empecé a colorear en acuarela. Unos años después ya me metí en la pintura con acrílico sobre lienzo y ese ha sido mas o menos el desarrollo de mi trabajo.

ICR- Pero la lucha revolucionaria ya te viene de familia…
PDR- Mis padres eran republicanos españoles anarquistas, que al final de la guerra, tras la pérdida de la república, tuvieron que salir exiliados a Francia y luego a Cuba donde nací yo. Luego vinieron a Venezuela.

ICR- Y cómo empezaste en la lucha...
PDR- La lucha no la invente yo.. fui arrastrado. A la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, el pueblo venezolano tenía una expectativa muy grande por la democracia, las libertades… pero todos esos sueños fueron traicionados por Acción Democrática y Rómulo Betancourt, que terminó de entregarle el país a los EE.UU. y reprimió manifestaciones y reclamos del pueblo que se sentía traicionado. Sus primeros años de gobierno fueron tan represivos y tan salvajes que hicieron olvidar rápidamente la dictadura de Pérez Jiménez. En el año 59, a raíz del triunfo de la revolución cubana, empezamos a pensar que de alguna manera teníamos que responder a las agresiones de la policía política y del régimen de Betancourt y comenzamos a organizarnos en aparatos armados clandestinos. Dos organizaciones pasaron a la clandestinidad y a las armas, declarando la insurrección armada: el Partido Comunista y el MIR. Así empieza la lucha en la montaña la y la lucha guerrillera urbana, que era totalmente inédita en América Latina, por lo menos al nivel que nosotros lo logramos. El PC llegó a tener 3 o 4 destacamentos muy importantes y el MIR otros tantos. A finales del año 62 fundé el destacamento Alberto Rua Mesones, en memoria de un compañero del liceo que asesinó la policía. Empezaron operaciones de más envergadura que causaron muchísimo impacto en Venezuela y en el mundo…

ICR- ¿Por ejemplo?
PDR- El primer secuestro de un avión por una razón política fue acá, en Venezuela. Lo realiza el PC. El avión que sobrevoló Caracas y repartió por la ventanilla volantes en contra del gobierno. Luego se fue a cobijar a Curazao y allí lo entregan al gobierno venezolano. Unos años más tarde el MIR hizo otro tanto: secuestra un avión pero en ciudad Bolívar. Sobrevolaron la ciudad repartiendo miles de panfletos y se fueron a Trinidad. También fueron capturados y devueltos. La jefa de la operación fue una compañera, Olivia Olivo que murió años después de cáncer. También tuvimos operaciones como la toma del buque Anzoategui, que la realizó el destacamento nuestro y fue llevado a Brasil… Eran operaciones exitosas, muy limpias, donde a veces no había ni disparos. Sin combate, sin heridos, sin muertos, como la operación en el Museo de Bellas Artes, en la que había una exposición muy importante de los 100 años de pintura francesa con cuadros de Picasso, Matisse, etc. Los cuadros se los llevaron los compañeros y los devolvieron una semana después, dejándolos en la puerta de Arturo Uslar Pietri, intactos, sin una raya. Hubo operaciones de rescate de armamento, de toma de puestos militares, de puestos policiales. Se pusieron muchas bombas, sobretodo en oleoductos y en algunas empresas norteamericanas, pero no causaron victimas civiles. Combates con el ejercito, con la guardia nacional, en las calles, en los barrios… esa era la guerrilla urbana.

ICR- Una de las más famosas sin duda fue la operación del secuestro de Di Stefano…
PDR- Fue una operación de las FALN y del compañero Luis Correa que era el comandante del destacamento Cesar Augusto Ríos. De parte del MIR participé yo como segundo al mando de la operación. Fue una operación sumamente sencilla. Simplemente fuimos a buscarlo al hotel a las 6 de la mañana y lo llevamos detenido. Fue sencillo pero escandaloso, porque Di Stefano en esa época era el mejor jugador de fútbol del mundo, era una estrella. Por eso ha tenido publicidad y nadie cayó preso nunca. Esta operación se llamó Julián Grimao en homenaje a un dirigente del partido comunista español que había capturado Franco 4 o 5 meses antes y lo había fusilado.

ICR- ¿Quién fue el Capitán Manuel Ponte Rodríguez?
PDR- Nuestra Fundación acá en el Cuartel San Carlos Libre lleva su nombre. El Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez fue quien dirigió el alzamiento de Puerto Cabello, en el año 62. Fue capturado y preso acá en el Cuartel San Carlos y en su segundo infarto muere sin atención médica. En ese momento era el comandante supremo de toda la guerrilla venezolana. Fue sustituido por el Comandante Juan de Dios Moncada Vidal. Hay gente de fuera que ve como un fenómeno a Chávez y la unión de civiles y militares en Venezuela, pero eso para nosotros siempre ha sido mas o menos normal. Esas primeras grandes operaciones para tomar el poder, fueron operaciones cívico militares, en ese caso de la Armada, donde se abrían los cuarteles y se le entregaban las armas al pueblo, a los estudiantes, para combatir juntos. Muchos oficiales de las fuerzas armadas se fueron a la guerrilla. Muchos murieron en combate. Era un fenómeno más o menos normal, porque nuestras Fuerzas Armadas nunca han sido elitescas, no han sido una secta, sino que las clases populares siempre han tenido la oportunidad de entrar en las escuelas militares e ir ascendiendo de rango sin dependencia de su color o clase social…

ICR- En esas época ¿la guerrilla era romántica?
PDR- Yo no diría romántica, sino idealista, pero el idealismo no necesariamente es romántico. El romanticismo suena cursi, a rebelde sin causa y no es eso. Eramos idealistas en tanto estabamos dispuestos a sacrificar nuestra familia, amigos, novias, hijos, nuestra posibilidad de estudiar, de trabajar, de hacer una vida normal en funcion de cumplir con una responsabilidad política. En este sentido puede que sea idealista, pero romántico no. Por supuesto que todas esas luchas tuvieron su efecto. Y el efecto lo estamos viendo hoy en día, porque aquellas luchas son la continuación de todas las luchas del pueblo venezolano por su liberación desde la época de Guaicaipuro. La gente que luchó contra la dictadura de Pérez Jiménez fueron dirigentes nuestros, que nos enseñaron a nosotros que éramos muchachos de 17 o 18 años y nosotros a la vez, fuimos capaces de formar nuevas generaciones de combatientes. Aquellas aguas trajeron estos ríos... La historia de la revolución venezolana no empezó el 4 de febrero. Todas son una consecuencia de la otra. Pero la primera generación venezolana que se plantea la toma del poder por la liberación nacional, es decir para sacudirnos el yugo de los Estados Unidos y se plantea el socialismo, fuimos nosotros.

ICR- ¿También combatiste fuera de Venezuela?
PDR- Fui de voluntario a la guerra contra Somoza en Nicaragua con el frente sandinista en el frente sur. Y eso también es común en Venezuela. El sentimiento del internacionalismo lo heredamos hace muchos siglos, nos lo enseñaron los Caribes y los venezolanos que pelearon y ayudaron a liberar América del Sur. Ese internacionalismo para los latinoamericanos no es extraño y hoy en día seguimos llenos de idealismo, de sacrificio y espíritu de solidaridad..

ICR- Fue todo un apostolado...
PDR- Sí y del cual nos sentimos muy orgullosos. Esperamos que nuestro ejemplo como generación quede sembrado en la juventud venezolana, para que lleven adelante los sueños que ahora tenemos con la revolución bolivariana y nuestro Presidente Chávez al frente. La juventud debe asumir su papel rector y dirigente, así como lo hicimos nosotros.

ICR- ¿Volverá la guerrilla a Venezuela?
PDR- Sólo en el caso de que fuéramos invadidos y vencidas las primeras líneas de defensa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Entonces por supuesto que nuestro pueblo se iría a las montañas o a las ciudades para hacer una guerra de guerrillas que duraría un siglo.

ICR- ¿Algo similar a lo que pasa en Irak?
PDR- Podría ser, aunque con distintas características. Porque la experiencia de lucha que tiene el pueblo iraqui ni el armamento que tiene acumulado no lo tiene el pueblo venezolano. Pero nosotros tenemos nuestras montañas para enfrentarlos y si es necesario pelearíamos otra vez con piedras y con palos.

ICR- Cuéntanos alguna anécdota de las miles que puedas tener
PDR- Nosotros en 1964 habíamos secuestrado al agregado militar de la embajada yanqui en Caracas, el coronel Smolen exigiendo como único rescate la liberación del revolucionario vietnamita Nguyen Van Troi, que había caído prisionero esas semanas anteriores en Vietnam, tratando de hacer un atentado en un puente donde debía pasar Mac Namara. Sin embargo la dirección del PC ante la arremetida de la represión del gobierno ordenó la libertad de Smolen sin que los norteamericanos cumplieran su compromiso. La operación detuvo durante 3 días el fusilamiento de Van Troi, pero una vez que Smolen fue puesto en libertad, fue fusilado inmediatamente. Esa historia la leen los niños de primaria en sus libros de texto, pero no saben ni donde queda Vietnam, sin embargo los niños vietnamitas sí saben donde está Venezuela gracias a esta operación.